La construcción de la vida se encuentra, en el presente, mucho más dominada por los hechos que por las convicciones. Y por hechos que, nunca y en ningún lugar, se han convertido en el fundamento de las convicciones. En este contexto, la verdadera actividad literaria no puede pretender desarrollarse en un marco exclusivamente literario –que es la habitual expresión de su esterilidad–. La actividad literaria de relevancia solo puede llevarse a cabo en una rigurosa interacción entre acción y escritura; necesita desarrollar formas más modestas como volantes, folletos, artículos de revistas y carteles, cuya influencia corresponda más a comunidades activas que a los pretenciosos gestos universales del libro. Solo este lenguaje inmediato es capaz de actuar con eficacia en el presente. Las opiniones son para el inmenso aparato social lo que el aceite es para las máquinas; uno no se coloca frente a una máquina y le pone aceite por todos lados. Solo se aplica un poco en roblones ocultos y junturas que uno debe conocer.
Calle de una sola mano. Buchwald Editorial, 2018.