En la primavera de 1919, el autor de este texto asumió la dirección de las antiguas Escuelas de Bellas Artes y de Artes y Oficios de Weimar, ambas llamadas Gran Duque de Sajonia, y las unificó con el nombre de “Bauhaus Pública” [Casa de construcción]. El ambiente reflexivo de las Bellas Artes y el trabajo manual de los oficios proporcionarían el marco para el surgimiento de un nuevo plan de estudios dirigido a quienes tuvieran talento artístico. El axioma con que se comenzó a trabajar fue: “La Bauhaus aspira a la totalidad de las actividades artísticas y a la reunificación de las disciplinas en artes industriales y artesanías, y a que estas sean constitutivas del nuevo arte de la construcción. El objetivo final, aunque distante, de la Bauhaus es la obra de arte colectiva –la construcción–, en donde no existen límites entre el arte monumental y decorativo”.
El principio que rige la Bauhaus es, por lo tanto, la nueva unidad: la suma de las distintas actividades “artísticas”, “movimientos” y manifestaciones en una totalidad inseparable, cuyo origen es el mismo ser humano, y solo adquiere sentido y significado en lo vivo.
El rendimiento del ser humano depende del equilibrio de todos sus medios creativos. No basta con cultivar uno u otro. Todos necesitan una formación sistemática. La forma y el alcance de la formación en la Bauhaus son el resultado de este principio. Abarca lo artesanal y lo científico de la creación plástica.
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La Bauhaus considera que la máquina es el medio de composición más moderno que existe y busca dedicarse práctica y teóricamente a ella. Sin embargo, enviar estudiantes con talento artístico a que realicen prácticas en la industria no restablecería el vínculo con los oficios, de hecho, el carácter mercantil y objetivo del trabajo industrial los asfixiaría; en cambio, el trabajo artesanal es coherente con su espíritu e intelecto y, por lo tanto, el indicado para su formación. El trabajo artesanal recae en un solo artesano, en una unidad de trabajo; mientras que el trabajo industrial funciona a partir de la distribución del trabajo; por lo tanto, la principal diferencia entre los oficios y la industria no está en el contraste entre el refinamiento técnico y tecnológico de la máquina frente a las herramientas manuales. Pero no se puede negar la división del trabajo, como no se puede negar la influencia de la máquina en el desarrollo económico. El origen de la disolución de la unidad del trabajo nacional está en el espíritu materialista de la época, en la escasa relación del individuo con el todo, no en la máquina y en la consecuente división objetiva del trabajo.
La Bauhaus no pretende ser una escuela de oficios, todo lo contrario, busca conscientemente el vínculo con la industria, porque el antiguo trabajo artesanal ya no existe. Es propio del ser humano querer perfeccionar sus herramientas de trabajo para optimizar el trabajo mecánico y poder dedicarse al intelectual. Regresar conscientemente a los antiguos oficios sería un error atávico. Los oficios y la industria contemporáneos están en constante acercamiento y, eventualmente, formarán una nueva unidad de trabajo que le devolverá el sentido y espontaneidad al trabajo colaborativo en un todo. Se trata de la condición indispensable para la reconstrucción colectiva. En esta nueva unidad de trabajo, el oficio del futuro será el laboratorio para la producción industrial. Su trabajo experimental establecerá los parámetros para su diseño, para su producción industrial.
La formación se divide en:
1. Formación práctica:
I. Piedra II. Madera III. Metal IV. Arcilla V. Vidrio VI. Color VII. Tejido
Áreas complementarias:
A. Materiales y herramientas
B. Fundamentos de la contabilidad, administración y contratos
2. Formación en problemas de la forma:
I. Observación
1. Estudio de la naturaleza
2. Análisis de materiales
II. Representación
1. Geometría descriptiva
2. Conocimiento proyectual
3. Dibujo técnico y maquetas
III. Composición
1. Teoría del espacio
2. Teoría del color
3. Teoría del diseño
Áreas complementarias:
Teorías del arte y la ciencia.
La formación se divide en tres partes (ver ilustración del plan de estudio):
1. Estudios introductorios
Duración: un semestre. Introducción al estudio de la forma, taller introductorio de experimentación con materiales.
Resultado: Admisión en un taller.
2. Formación práctica
en uno de los talleres y la complementaria instrucción en problemas de la forma. Duración: tres años.
Resultado: Título de Oficial de la Cámara de artesanos, dado el caso, de la Bauhaus.
3. Formación en construcción
Prácticas de albañilería (práctica en construcción) y, para Oficiales especialmente talentosos, una formación en construcción (práctica experimental). Duración: según los resultados y el alumno. Se trata de la continuación de la formación práctica y en problemas de la forma.
Resultado: Diploma de formación profesional de la Cámara de artesanos, dado el caso, de la Bauhaus.
El curso sobre Teoría y práctica de la armonización de sonido, color y forma es transversal a toda la formación y tiene como objetivo equilibrar las cualidades físicas y psicológicas del individuo.