La idea de una naturaleza paralizada aparece, quizás como refugio para una fantasía llena de presagios y prefiguraciones, en Georg Heym justo antes de la guerra. El spleen de Baudelaire no podía haber producido las imágenes del poeta alemán:
“Pero los mares se detienen. De las olas
las embarcaciones cuelgan y se pudren”.
Georg Heym, Dichtungen. München, 1922, p. 73. (Umbra vitae). [J 48 a, 5]
Sobre los “démons malsains dans l’atmosphère”: reaparecen en Georg Heym como los “Demonios de las ciudades”. Se han vuelto más violentos, sin embargo, porque niegan su afinidad con la gens d’affaire, tienen menos significado. [J 72, 6]
Walter Benjamin: Obra de los pasajes, J [Baudelaire]. Traducción de Buchwald.